Inicio > ZONA DE DESCARGA

ZONA DE DESCARGA

26.09.2011 09:44

La Zona de Descarga surgió entre los años de 1993 y 1996, de la preocupación de un grupo de creadores por la falta de

espacios para los artistas de mostrar sus creaciones de manera accesible en términos económicos. Sus fundadores el

recordado y apreciado Cristóbal Ruiz que aunque ahora habita en la luna su espíritu sigue haciendo de las suyas entre

quienes tuvimos la oportunidad de conocerlo y Cuatro R que se presenta en esta oportunidad como un símbolo

unificador de este bloque cultural llamado Zona de Descarga.

Fueron muchos los artistas que pasaron por el Boulevard del Teatro Municipal quizás la memoria falle pero lo que hicieron no murió allí y hoy luego de 15 años sobre esos cimientos renace la Zona de Descarga, entre ellos estuvieron Los Dadas: Carlos Tovar, Ulises Contreras, Rafael Reyes y Víctor Pérez, Danzas Chaca camasuai, Trovadicta, Tin Marín, Milagros Bordones, Wilyo Rodríguez, Nidi Calderón, Gilbert Molina, Miguel Baloa… y muchos más que dieron vida a este onírico proyecto.

Misión
La misión de la Zona de Descarga, es inventar y crear espacios no convencionales y alternativos para la fomentación, divulgación, humanización y sensibilización de las artes bajo un concepto de familia e integración de los artistas y cultores de la ciudad para la ciudad.

Visión
Llenar la ciudad de espacios donde respirar sea gratis y se propicie el encuentro de las artes bajo un clima de armonía y camadería entre los artistas demostrando que la esencia del arte sigue viva y por la tanto prevalezca la magia, los sueños, los deseos y no el materialismo.

Objetivos

Reivindicar la esencia inocente del arte por encima del materialismo y el egocentrismo.

Fomentar y revalorizar el concepto de familia e integración entre los artistas y cultores.

Inventar espacios para la difusión y divulgación de las artes y la cultura.

Regalarle a la ciudad y su comunidad bajo la visión de colectivo la magia de las artes.

Invitar a la comunidad en general a participar a integrarse en este mundo de las artes, que no es de los artistas y cultores sino de todos los seres que respiran y corre sangre por sus venas y que tienen derecho a expresarse para la convivencia en positivo.